Comencemos nuestro recorrido en la Plaza 9 de Julio, el epicentro de la ciudad. Rodeada de edificios coloniales, esta plaza es el lugar perfecto para disfrutar de un mate al sol y observar la vida local. No te pierdas la majestuosa Catedral Basílica de Salta, que se alza imponente en uno de los costados de la plaza.
Sube al Cerro San Bernardo en el teleférico y maravíllate con las vistas panorámicas de Salta. Desde aquí, podrás apreciar la ciudad, las montañas circundantes y el río Lerma. ¡No olvides tu cámara!
Este museo alberga uno de los tesoros más impactantes de Salta: las Momias de Llullaillaco. Estas momias incas, encontradas en la cima del volcán Llullaillaco, ofrecen una ventana al pasado precolombino. La historia y la emoción se entrelazan en este lugar.
A unas pocas horas de Salta se encuentra Cafayate, un pueblo rodeado de viñedos y paisajes desérticos. Aquí podrás degustar los famosos vinos torrontés y explorar formaciones rocosas únicas, como el Anfiteatro y el Garganta del Diablo.
Aunque no está en la provincia de Salta (se encuentra a poca distancia), la Quebrada de Humahuaca merece una visita. Sus colores intensos, sus pueblos pintorescos y su historia ancestral la convierten en un lugar mágico. No te pierdas Purmamarca y su Cerro de los Siete Colores.
Enclavado en la Quebrada de Escoipe, Cachi es un encantador pueblo tranquilo que parece detenido en el tiempo. Sus calles empedradas y las casas blancas, típicamente adornadas con flores coloridas, crean un ambiente pacífico y pintoresco. Un lugar ideal para quienes buscan escapar del bullicio de la vida moderna. Al visitar Cachi, no puedes perderte la Iglesia San José, una joya arquitectónica que data del siglo XVIII. La iglesia es famosa por su altar tallado en madera y su antiguo campanario que resuena a través del pueblo. Disfruta de la serenidad de este rincón salteño, explorando sus rincones y disfrutando de vistas espectaculares de las montañas que lo rodean, ofreciendo a los visitantes una experiencia tranquila y rejuvenecedora.
Adéntrate en el altiplano y descubre las Salinas Grandes, un vasto desierto blanco de sal que se extiende hasta donde alcanza la vista, creando un panorama surrealista y etéreo. Las fotografías aquí son simplemente espectaculares, especialmente al atardecer, cuando el cielo se tiñe de tonos rosados y dorados, reflejándose en la salina como un espejo gigante. Este escenario natural no solo ofrece una oportunidad única para los fotógrafos, sino que también brinda un momento de profunda conexión con la naturaleza en su forma más pura y majestuosa.
El Tren a las Nubes es un viaje épico que te llevará a través de los Andes hasta alturas vertiginosas, ofreciendo una experiencia inigualable. Este emblemático tren recorre un trazado espectacular, cruzando puentes impresionantes, túneles excavados en la roca y cañones profundos. Mientras avanzas, podrás admirar los paisajes más impresionantes de la región, desde vastas estepas hasta escarpadas montañas que se pierden en el horizonte. Esta travesía no solo es un logro de ingeniería, sino también una ventana abierta a la sublime belleza natural de los Andes, haciendo de cada momento del viaje una oportunidad para la contemplación y el asombro.
No puedes irte de Salta sin probar sus famosas empanadas salteñas. Estas delicias, rellenas de carne jugosa, pollo suculento o queso derretido, se ofrecen en cada esquina y son un verdadero reflejo de la cocina local. Cada mordida te revelará por qué son tan queridas en toda Argentina. Además, sumérgete en la gastronomía regional probando otros platos tradicionales como la humita en chala, un sabroso tamal de maíz cocido dentro de su propia hoja, y el locro, un estofado espeso y nutritivo de maíz, carne, y legumbres, que es especialmente popular durante las festividades y los meses fríos. Estos platos no solo te llenarán de sabor, sino que también te conectarán con las tradiciones y la historia culinaria de Salta.
Y el décimo lugar imprescindible para visitar en Salta (sobre todo si eres amante de la naturaleza) es el Parque Nacional Los Cardones. Este parque se destaca por su paisaje desértico salpicado de cardones, un tipo de cactus gigante que le da nombre al lugar. Ubicado a lo largo de la Ruta Nacional 40, el parque ofrece una visión única de la flora y fauna endémica del norte de Argentina, además de espectaculares vistas de montañas y valles. Los visitantes pueden explorar el parque a través de diversas rutas de senderismo y caminos aptos para vehículos, lo que lo hace accesible para todos los niveles de aventureros. Además, el área es rica en historia, con sitios arqueológicos que incluyen pinturas rupestres y antiguos caminos incas. Un viaje a Los Cardones no solo es una experiencia natural y cultural, sino también una oportunidad para contemplar los imponentes paisajes que definen la región de Salta.